La lámpara infrarroja es una herramienta estética que ayuda a mejorar la circulación sanguínea, aliviar dolores y tensiones musculares, estimular la regeneración celular y promover la producción de colágeno, lo que beneficia la apariencia de la piel y reduce arrugas, cicatrices y manchas. Además, su capacidad para reducir la inflamación la hace útil en diversos tratamientos faciales y corporales. Su diseño con rodachinas facilita su manejo en estéticas y lugares de trabajo, haciendo más eficiente y cómodo su uso durante los tratamientos